sábado, 25 de febrero de 2012

1.-LA BRUJA AMAIA


Arlequín.- Hola. Buenos días,  hay brujas, no es necesario buscarlas. Ahora mismo os cuento la historia de Amaia,  la bruja. Disfrazada de enfermera llegó al patio de un colegio para, como todos los años, vacunar a la población infantil, a los niños.



Amaia.- perdona, tengo que vacunarte.

Ana.- No me vacunes, a mí no me gustan las inyecciones.

Amaia.- tranquila, tontorrona. Las vacunas de ahora son bombones, siempre hay que pensar en los niños. ¿Té vacunas ahora?

Ana. - Si me vas a dar un bombón, si que me vacuno.

Ana se comió el bombón y comenzó a gritar como una loca mientras la bruja se reía a carcajadas.

Las brujas pueden transformarse en lo que quieran. Ahora era una vieja muy simpática a  la que se le cayó el bastón pero en ese momento pasaba una niña.



Amaia.- Buenos días, podrías acercarme el bastón, yo no puedo agacharme.

Lucia.- Claro que sí.

Amaia.- Por tu buena obra te mereces un  bombón.

Lucia.- Muchas gracias, pero no era necesario, todos tendríamos que ayudarnos.


Lucía se comió el bombón y comenzó a gritar, la vieja se reía a carcajadas.

Las brujas disfrutan inventando triquiñuelas para hacer daño a los niños. Ahora se juntaron dos niños que llevaban un montón de chucherías  en sus manos.



Amaia. - Hola, te cambió  un bombón por una de tus piruletas. ¿Te apetece el cambio?

José.- Pero es un bombón ¿de chocolate?

Amaia.- Claro que sí, del mejor chocolate.

José.- Entonces yo te doy dos piruletas a cambio de dos bombones, ¿vale?

Amaia. - De acuerdo.


Y como siempre. José  se comió un bombón y se puso a gritar y Amaia se rió carcajadas.

Amaia se hizo empresaria,  vendía bombones a 10 céntimos la unidad. Ya no tenía que  transformarse, ahora era una vendedora.



Amaia.- Bombones, nutritivos y sabrosos, por solo diez céntimos endulza tu vida.

Juan.- Dame dos.

Lola.- Yo quiero uno.


Un montón de niños le pedían bombones a la vendedora.

Todos hicieron la compra, se  comieron el bombón y  comenzaron a quejarse con mucho dolor. Amaia era feliz, los niños protestaban y ella había ganado algunas monedas.

En la siguiente escena aparecía un montón de niños y niñas quejándose muy doloridos. Pero llegaron  los cazabrujas y les dijeron

Cazabrujas.- tranquilos, ha sido la bruja Amaia, ahora hacer lo mimo que yo y ese bobón que os ha hecho comer os dará fuerzas, dar tres saltos, un dos tres, agachar la cabeza gritando aaaaah! Dar media vuelta y acabad con tres pasos de gigante. ¿Cómo os encontráis ahora?

Todos se encontraban muy aliviados y comenzaron a dar saltos, carcajadas, etc.

Cazabrujas.- ¿Os apetecería a hora darle su merecido  a Amaia, la bruja?

Todos.- Si.-Se oyó un sonoro sí.

Se dirigieron al castillo de la bruja.




Los cazabrujas con los niños empiezan a hacerles cosquillas a la bruja. La bruja ríe y llora al mismo tiempo.


Amaia. - Por favor, esto no es divertido, parar ya.

Niños. - ¿Y tu crees que es divertido hacerle daño a los niños?

Amaia.- Perdonad, soy una bruja y tengo que hacerle daño a los niños.

Niños.- Trasfórmate en una bruja buena que ayuda  a todo aquel que lo necesita y acaba con las  grandes desgracias,  a aquellas que el ser humano no se pueda enfrentar y a las que hagamos los seres humanos por error = hablemos del chapapote, destruir especies animales y vegetales, ¿las guerras?, Difíciles soluciones buscamos ¿verdad?

Amaia. - Muchas gracias, sí quiero ser una bruja buena, tengo mucho trabajo ¿a qué sí?

Niños.- demasiado. Ahora descansa y coge fuerzas, la tierra nos lo agradecerá.

Los niños salieron volando, para llegar cada uno a su camita. Un sonoro gracias, salió de la garganta de todos los niños que habian participado de semejante aventura.  Al dia siguiente, el sol relucia con mas fuerzas, los niños volvieron al colegio, pero no contaron nada de su aventura nocturna, la bruja se levanto mas temprano que nunca. Ahora ella era la encargada de que todo funcionara mucho mejor.

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